1. La intensa.
Esta es la típica pegote que llama cada hora, pregunta bobadas, quiere saber todos los movimientos, pretende estar todo el tiempo con él. Sábados, domingos y festivos se queda a dormir en su apartamento, para desayunar juntos y luego, también, ver el reality de la noche juntos. Además, es melosa, duerme abrazada ocho horas, quiere que la acaricien todo el tiempo, le hablen estilo bebé y espera besitos cada cinco minutos. (Respiro) Pobres hombres no pueden respirar, créanme, a este tipo de mujeres ellos le huyen.
2. La Espía.
Si algo enerva a un hombre es que le esculquen. La curiosidad mató al gato y pilas con buscar pistas del pasado y secretos en el clóset, el escritorio, el celular y la billetera mientras él se baña. Piense que solo obtendrá ira e intenso dolor si encuentra fotos de las novias y quién sabe en qué situaciones. Recuerda, él tuvo una vida antes de estar contigo. Al pasado pasado, importa el ahora.
3. La desesperada.
Nada más notorio que el afán por conseguir novio y, peor, el de casarse. Para esto se necesita inteligencia y el movimiento menos astuto de una ganosa, eso de sacarle cita con los papás al mes de conocerlo, hablar de matrimonio, argollas, luna de miel y hasta lagrimear cuando vea un bebé los pone a correr. Llegar al altar toma su tiempo. Acelerarse podría convertirla en una mujer frustrada.
4. La mujer FM (felizmente mantenida).
Veamos...La caballerosidad es una cualidad que todas amamos, pero no abusen. Así como reclaman por sus derechos, no se las den de princesas para que les gasten todo. Eviten el recorrido por el centro comercial, la joyería, los mejores restaurantes y el puchero de rigor para que les renueven ropero, les amueblen la casa y las lleven a unas vacaciones todo incluido. Ustedes no están buscando un banco, buscan un novio, si quieren ser FM, búsquense entonces ese multimillonario barrigón, sin pelo y de 80 años.
5. La mujer antiamigos.
Esta tiene dos características: acompaña siempre al novio pero nunca se integra, es como un mueble y no musita palabra, ni siquiera toma y pone cara de puño; o se vuelve tan amable y tan querida que cada que habla la embarra con comentarios salidos de tono o que ponen en entredicho su inteligencia. También está esta otra que es mucho peor, le prohíbe a su novio que tenga amigos, le quita su vida social, solo puede existir ella y nadie mas. Olvídate chica, recuerda tu también tienes vida social y también querrás salir en algún momento con tus amigas y amigos, como te dije mas arriba, él tuvo un pasado y tuvo primero amigos antes que tenerte a ti. Gánatelos!
6. Tres son mucha compañía
No falta la novia que cada que sale lleva a una hermana, a la prima o a la amiga más simpática. Si algo saca de quicio es que carguen con cola para todo lado. Para completar, estas agradables compañías no tienen un peso y adivinen quién es el marrano que paga.
7. Las antiestéticas
Aquí solo unas perlas bastante despedidoras: la pulsera de oro en el tobillo debajo de la media velada, el anillo en un dedo del pie, las peludas con síndrome de Neandertal: no saben qué es la cera y la cuchilla para el bigote, las piernas, la axila y el bikini; las uñas decoradas con bisutería, el pelo con raíz y el tinte quemado en las puntas y el zapato blanco con jean stretch. Ojo, muchos alegan que el mal olor es más común de lo que se piensa. A un hombre les gusta las chicas que no sean 1000% vanidosas pero tampoco se pasen. Ojo, EQUILIBRIO!
8. Las victimas de la vanidad.
Estas son el otro extremo: están bien maquilladas a las 3 a.m., después de la rumba, huelen a labial, van al gimnasio maquilladas mas que un payaso, la pestañina nunca se les corre, usan delineador de labios bastante contrastado y al parpadear tienen escarcha en la sombra. Casi siempre han estado en el quirófano para algún implante, son bonitas, juran que Nicole Kidman se pondría su ropa y su perfume algo fuerte delata su cercanía.
9. Las criticona
Algunas se las pican de decoradoras y dos semanas después de conocer al tipo quieren cambiarle el apartamento, les parece frondia la casa de los suegros y esperan que pongan tapete en todas las puertas. Sueñan con botarle el afiche del Boca, el Barca o el Real Mdrid, que nunca deje platos sucios y que la ropa sea solo de marca.
10. Ni tanto que queme al santo...
Ni mucho que no lo alumbre. Si en el amor se busca inteligencia, nada más mamón que una mujer intelectual que analiza hasta un polvo. Pero también despacha la que solo lee revistas de farándula, no sabe qué se celebra el 7 de agosto y solo quiere ser como Julia Roberts en una vida de comedia.
11. El odio al fútbol
Si no le gusta, deje que su hombre lo disfrute. Algo que de verdad espanta es la mujer que se pone furiosa si el domingo en la tarde es para el fútbol, el estadio, los amigos y unas cervezas, y no para ella. Fresca, búsquese una amiga, visite a su mamá o váyase a ver cine arte. Si no te gusta el fútbol no importa, pero no se los prohíbas a tu chico.
12. El chantaje
Nada más bajo que jugar con esto. Algunas se proponen hacerlos sufrir y les provocan celos con personajes imaginarios, se mandan flores ellas mismas a nombre de otro, lloriquean para conseguir su afecto, se hacen las víctimas y en un momento de rabia deciden no dárselo, como si solo él se privara de placer.
13. Las escrupulosas y las sucias
En esta categoría entran las mojigatas y las que se pasan. Niñas, eso de apagar la luz, de poner cara de asco y de dárselas de sanas después de cierta edad no les luce. Pero ojo, cuando la mujer resulta más sucia que el hombre, también corre el riesgo de asustarlo. Eso sí, no se repriman y muestren sus armas poco a poco. No se las den de solapadas.
14. Que lo cojan de esclavo
Mujeres, sus novios o maridos no son sus mensajeros, tramitadores, plomeros, electricistas, choferes y, además, buenos amantes. Eso de recógeme, llévame, déjame, pasemos por..., préstame y arréglame, no va. No se las dé de ama de Kunta Kinte. No seamos tan aprovechadas, es bueno pedir pero tampoco tanto. Es bueno cogerlo de esclavo pero para otras cosas ;).
15. Las comparaciones
Si entre sus frases más comunes están con mi ex hacía esto o aquello, él era divino o él siempre me regalaba... su relación no tiene futuro. Si los añora tanto, ¿por qué no está con ellos? Como reza la balada de plancha ya lo pasado, pasado, entonces no arriesgue el futuro. Y si cree que el sujeto en mención debe ser como su papá, busque urgente ayuda psicológica.
Disfruta, ríe y comparte. Otro blog de Viejas.
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